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sábado, 26 de septiembre de 2020

[Crítica] 'ILL: Final Contagium' - Lucio A. Rojas, Domiziano Cristopharo, Lorenzo Zanoni, Kai E. Bogatzki, 2020

 


-DIRECCIÓN: Lucio A. Rojas, Domiziano Cristopharo, Lorenzo Zanoni, Kai E. Bogatzki

-GUIÓN: Lucio A. Rojas, Ximena del Solar, Domiziano Cristopharo, Lorenzo Zanoni, Kai E. Bogatzki

-AÑO: 2019

-DURACIÓN: 105 min.

-PAÍS: Chile, Italia, Alemania

-REPARTO: Ximena del Solar, Arianna Bonardi, Chiara Pavoni, Felipe Ríos, Max Evans, Rayloren Mata, Paolo Ricci, Francesco Giannotti

-MÚSICA: Antony Coia, Igacio Redard

-PRODUCTORA: Border Motion Cinema, The Peacocks's Tale




En tiempos de pandemia la llegada de una película que aborde la temática y que además lo haga del modo más cafre, es sinónimo de explotación y morbo. No pasa nada, los fans del horror lo agradecemos. Pero ILL: Final Contagium se realizó antes que estallara la pandemia y ahora esta situación que vivimos le va como el anillo al dedo en su estreno. Si querían incomodar, ahora todo se multiplica.


Esta co-producción internacional entre Chile-Italia-Alemania es una antología de cuatro historias independientes solamente unificadas por un virus que se extiende por todo el mundo, generando distintas situaciones de horror. Lo único que deja claro la película es que el virus es creado por el hombre, que empieza a expandirse en Chile, y que en poco menos de un año el mundo se convierte en el apocalipsis.


Sus directores son Lucio A. Rojas (Trauma), Domiziano Cristopharo (House of Flesh Mannequins), Lorenzo Zanoni (XXX Dark Web) y Kai E. Bogatzki (Scars of Xavier). El segundo y tercer director se encargan de elaborar historias de contagios y en cómo el virus hace cambiar el cuerpo de los infectados hacia la putrefacción, dando paso así a un lucimiento de efectos especiales físicos que hacen honor al que es, sin lugar a dudas, el subgénero con más potencial para incomodar del cine de terror, el body horror. Por su parte, Lucio A. Rojas, director de la primera de las cuatro historias, es el encargado de explicarnos como surge el brote en Chile, aunque sin renunciar también a los momentos de horror. Por su parte, Kai E. Bogatzki sitúa su historia ya en un contexto apocalíptico.


Muy a nuestro pesar, no acaba de funcionar ILL: Final Contagium. La película parece más preocupada en incomodar que en explicar alguna cosa, siendo los episodios, a excepción del primero que posé una narrativa más rica en contenido, algo repetitivos en fórmula. Y esta redundancia nos hace pensar en si era necesario viajar por el mundo y viajar también por el tiempo, ya que estos detalles suman bastante poco al conjunto. Los capítulos se ven demasiado independientes entre ellos.


Sabemos muy bien que los precedentes cinematográficos de los cuatro directores tienden por este estilo más físico y kafkiano del horror y menos narrativo, a excepción quizás del chileno. Pero echamos en falta en ILL: Final Contagium más acción de equipo, que cada historia sume cosas nuevas a un conjunto.



Esto no quita que ILL: Final Contagium sea disfrutable como experiencia desagradable para los más gore-adictos. Hay que reconocer que los cuatro directores son capaces de hacer apartar la mirada del espectador de la pantalla en numerosas escenas. Los FX lucen de maravilla, y la putrefacción física de los personajes es realmente repulsiva. Esto es a lo que realmente va ILL: Final Contagium.


En todo caso, bienvenida es ILL: Final Contagium. Si buscaba incomodar, lo ha conseguido. La película funciona como antología de cortos independientes más que como un conjunto, y sabemos que ese era el planteamiento inicial, pero la redundancia en narrativa de la mayoría de las historias teniendo un océano de posibilidades en relación al espacio-tiempo/virus nos hace pensar que no se han aprovechado esas posibilidades. Igualmente recomendamos ver ILL: Final Contagium, no cada día se puede ver una película body horror con tanta capacidad a incomodar al espectador.


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