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miércoles, 16 de enero de 2019

[Crítica] Elizabeth Harvest - Sebastián Gutiérrez, 2018


-DIRECCIÓN: Sebastián Gutiérrez
-GUIÓN: Sebastián Gutiérrez
-AÑO: 2018
-DURACIÓN: 105 min.
-PAÍS: Estados Unidos
-MÚSICA: Rachel Zeffira
-FOTOGRAFÍA: Cale Finot
-REPARTO: Abbey Lee, Ciarán Hinds, Carla Gugino, Matthew Beard, Dylan Baker
-PRODUCTORA: Automatik Entertainment / Motion Picture Capital / Voltage Pictures. Distribuida por IFC Films





Elizabeth Harvest es una producción estadounidense realizada por el director venezolano Sebastián Gutiérrez. Trata sobre un matrimonio entre un hombre rico y un florero de 20 años que marchan a vivir a la mansión de él, un hogar que se encuentra alejado de la sociedad en medio del bosque. La vida en la casa parece idílica, pero hay una norma que la chica no puede transgredir: ir a una habitación de la casa donde solo el marido puede acceder. Obviamente, la chica acabará entrando promovida por su curiosidad y descubrirá algo que le cambiará la vida.


La fuerza la propuesta reside en el manejo magistral que demuestra el también guionista Sebastián Gutiérrez del control de las distintas realidades que se manejan en la película, aguardando los misterios y que, dosificadamente, van rebelándose. Elizabeth Harvest es cine del que se cuece lentamente, y no tanto por su ritmo narrativo, que es intenso y nunca decae, sino por la historia que se desarrolla a base de continuas sospechas sobre cosas que luego no son lo que parecen, viajando por el tiempo puntualmente para conocer más sobre ciertos detalles, y finalmente llegar a un ultimo tramo donde se hilan los cabos sueltos y revienta todo, aunque es aquí donde falla especialmente la película.

Elizabeth Harvest pretende generar debate sobre los límites de la ciencia, pero el batiburrillo de ideas que plantea

Elizabeth Harvest no es una película fácil, y no tanto por lo que plantea, que es asimilable, sino por como es capaz de rizar el rizo innecesariamente, cuando lo que el espectador espera ver es algo más de acción y explotar el filón de ciencia ficción que hay tras ella. Y es que la película pretende generar debate sobre los límites de la ciencia, pero el batiburrillo de ideas que plantea montadas con cierto desorden por las elipsis, hace que las ideas de fondo que motivan la película queden demasiado desdibujadas y el espectador no logre verlas con claridad.

Protagonizada por Abbey Lee, una actriz y modelo que ya participó en The Neon Demon, se luce interpretando diferentes roles en la película, evolucionando como personaje y enfrentándose a todo tipo de desafíos. Unos retos que la unen a un resto de reparto también excelente, y que todos ellos ofrecerán al espectador sangre, muertes, peleas y carreras por un espacio cerrado como la casa.


Creo que Sebastián Gutiérrez ha planteado bien la idea que quiere explicar, pero no tanto su desarrollo en el guión, sobretodo en el caótico tramo final. La sensación que deja Elizabeth Harvest es que se ha complicado con bailes de nombres e identidades, y elipsis que descolocan. Una pena que una película con tan buena premisa y que avanza rebelando detalles a base de giros narrativos, se pierda en ella misma y que el mensaje de ciencia ficción no haya por donde cogerlo. No obstante, la película se deja ver, ya que hay fantasía, sorpresas y muertes, también sexo y violencia, y un escenario idílico, pero lástima, yo al menos acabé saturado y me perdí.

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